Cuando compras un producto, confías en que funcionará de manera segura y como se publicita. Sin embargo, cuando los productos fallan, puede menoscabar tu confianza en el sistema. Las reclamaciones de garantía y las demandas por responsabilidad de producto te brindan una vía para buscar justicia y compensación, tras ser victimizado y lesionado por un producto, ya sea por la incompetencia o la avaricia de grandes corporaciones. El conocimiento es poder, especialmente cuando se trata de proteger tus derechos ante productos defectuosos, y hoy examinaremos de cerca este problema que enfrenta América.
Reclamaciones de garantía en casos de responsabilidad de producto.
La ley de responsabilidad de producto provee un proceso para imputar a los fabricantes, distribuidores y minoristas, cuando los productos defectuosos causan daño. Las garantías, promesas que los vendedores hacen sobre la calidad y seguridad de sus productos, son, a menudo, parte de estos casos. Hay dos tipos principales de garantías en casos de responsabilidad de producto: garantías explícitas, que son promesas claramente expresadas sobre un producto, y garantías implícitas, que son garantías no expresadas, no escritas, impuestas por la ley. Las garantías explícitas suelen encontrarse en materiales de mercadeo, embalajes de productos, o cualquier comunicación entre el vendedor y el comprador. Por el contrario, las garantías implícitas se aplican automáticamente, ofreciendo una garantía básica de que el producto cumple con el uso previsto y mantiene un estándar mínimo de calidad.
Las reclamaciones de garantía pueden resultar una herramienta eficaz en casos de responsabilidad de producto, porque se enfocan en la relación entre el rendimiento del producto y las promesas del vendedor. Para tener éxito en una reclamación de garantía, a menudo, se requiere demostrar que el producto no cumplió con los estándares declarados o implícitos en el momento de la venta. Las reclamaciones de garantía pueden permitir a los consumidores buscar remedios que no estarían disponibles bajo otras teorías legales, incluyendo la reparación, el reemplazo, o el reembolso del producto defectuoso, así como la compensación por daños causados por la defectuosidad.
Si sientes que tienes un caso de responsabilidad de producto, el primer paso es revisar con detenimiento la documentación de la garantía del producto para entender el alcance de protección que ofrece. Si descubres un defecto en el producto, debes documentar el problema con detalle. Generalmente, esto puede resultar mucho más fácil si trabajas con un abogado. Un abogado con experiencia podrá desarrollar un plan legal estratégico, negociar con fabricantes y aseguradoras poderosas, y si es necesario, representar los intereses del consumidor en la corte.
Desacreditando mitos sobre las reclamaciones de garantía
Existen algunos mitos arraigados acerca de las garantías. Primero está el mito de que las reclamaciones de garantía solo son válidas si un producto aún está en garantía. En realidad, el problema suele radicar en la seguridad del producto en el punto de venta, sin importar el periodo de garantía.
Otro malentendido común es que los consumidores deben probar mala fe intencional por parte del fabricante para tener éxito en una reclamación de garantía. Sin embargo, lo más importante en la mayoría de las reclamaciones de garantía es si el producto cumple con los estándares de seguridad y rendimiento esperado, no necesariamente la intención del fabricante. Muy pocos fabricantes crearían algo con el propósito expreso de causar daño.
Finalmente, algunos creen que los productos pequeños y baratos no valen la pena los esfuerzos. Pero, el valor del producto no disminuye el daño potencial que puede causar ni la importancia de responsabilizar a los fabricantes.
Estos malentendidos son comunes porque la persona promedio sabe poco sobre la ley de responsabilidad de producto. Si has sido lesionado por un producto o crees que puedes tener un caso de responsabilidad de producto, no demores en contactar a un abogado para obtener respuestas a todas tus preguntas e iniciar el proceso de compensación.
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